sábado, 6 de diciembre de 2008
La magia del abrazo
martes, 4 de noviembre de 2008
Danzar para renacer
Representar un estilo artístico es mantenerlo vivo, representarlo es recrear su pensamiento, tras éste hay una enorme red de códigos filosóficos, gestuales y ancestrales que lo sostienen. Un artista decodifica ese pensamiento y conducido por las fuerzas que mantienen al universo en marcha, movimiento y cambio, produce alteraciones en el devenir de ese arte. Este es el caso de muchos de los talentos contemporáneos del tango en cualquiera de sus ramas. Pero también es el caso del tango mismo. Es el Tango como sujeto que se mueve, cambia y crece.
Pero sin ningún lugar a dudas hay una causa mayor: El tango llega a un lugar profundo de las emociones esenciales del ser humano y lo desnuda, lo expone y lo lleva al replanteo. Esto su ve a través del andar de los cuerpos abrazados, la mirada cercana, los roles definidos, el formar una unidad de funcionamiento. Se escucha en el lamento eterno del violín, los acordes esperanzados o profundos de los bandoneones, en su poesía cantada y por sobre todo en sus cuestionamientos a los vínculos amorosos. El tango ha puesto la mirada en el amor.
La bailarina Milena Plebs explica un suceso que ve en las milongas y que es además uno de los ejes de su trabajo:
“ ... Habando del eterno tema del vínculo de pareja, hace tiempo que la estructura conocida está en crisis y hay una suerte de intentos que hace la gente de otra manera de relacionarse. En el tango esto se refleja. La gente joven maneja un material diferente: antes la pareja de tango bailaba básicamente junta, con los torsos juntos y moviéndose en forma paralela, ahora están empezando a probar movimientos en donde el hombre
El tango permite experimentar maneras de vinculación con todo el miedo que puede generar y no quedar atrapado en el vínculo; bueno, es que el tango dura tres minutos, terminó y te vas a otra cosa. Las tandas en las milongas son de 4 o 5 tangos. Un código que hay es que se baila la tanda entera, entre tanda y tanda hay una música distinta que corta y entonces si el tipo no te gustó, te dio miedo, etc, te vas. Tenés la posibilidad de entrar y salir, está bueno. Quiero decir: si el código fuera, que una va a bailar y tiene que bailar toda la noche con el mismo tipo... no se si sería algo que se hubiera impuesto en el mundo...
Podemos ver al Tango como un laboratorio de experimentación de las relaciones amorosas. A través de los códigos del tango cuando dos personas se juntan para bailar, se van a encontrar los propios ejes de sus comportamientos entre sus lados femeninos y masculinos, y comenzará un sutil juego de poderes para encontrar el equilibrio que permita la relación.
... El tango expresa directamente algo que los poetas de diversas épocas han querido decir y a veces no lo han logrado: la convicción de que pelear puede ser una fiesta ...
Bandoneón
me jode confesarlo
hay quien sostiene que lo toca dios
pero yo estoy seguro que es troilo
ya que dios apenas toca el arpa
y mal
fuere quien fuere lo cierto es
que nos estira en un solo ademán purísimo
y luego nos reduce de a poco a casi nada
y claro nos arranca confesiones
quejas que son clamores
vértebras de alegría
esperanzas que vuelven
como los hijos pródigos
y sobre todo como los estribillos
me jode confesarlo
porque lo cierto es que hoy en día
pocos
quieren ser tango
la natural tendencia
es a ser rumba o mambo o chachachá
o merengue o bolero o tal vez casino
en último caso valsecito o milonga
pasodoble jamás
pero cuando dios o pichuco o quien sea
toma entre sus manos la vida bandoneón
y le sugiere que llore o regocije
uno siente el tremendo decoro de ser tango
y se deja cantar y ni se acuerda
que allá espera
el estuche.
domingo, 2 de noviembre de 2008
Más que bailar
Sin embargo, siempre lo disfruto, pero sobre todo ahora que siento que el abrazo es más estrecho y al mismo tiempo más libre, que los pasos fluyen no sólo con limpieza, sino también con sensualidad, y es una sensualidad que nace del gusto de interpretar, con ciertos giros, boleos, ochos, ganchos y caminadas, una melodía dramática, profunda y llena de vida.
Con el paso de los meses descubro agradables sorpresas que el tango ha traído a mi vida. No sólo una amistad más respetuosa, compresiva y disfrutable con Juan Manuel, quien es mi maestro y pareja de baile, lo mismo que con mis compañeros de aventura dancística. Esta singular danza me ha regalado también una conciencia corporal que se ha traducido en una mejor postura, proporciones más armoniosas y una actitud distinta incluso al caminar. Para sorpresa mía me veo y me siento mejor, espero mis clases de tango con entusiasmo, y si antes usaba la ropa más cómoda y deportiva para asistir a clases, ahora pongo especial cuidado en mi atuendo.
Creo que el tango me ha ayudado a asumir de una forma más completa mi identidad de mujer, de mujer sensual, creativa, entera. Espero que también me enseñe a abrazar mejor, a ser abrazada, y en ese abrazo preciso bailar el mejor tango de todos: la vida.
Vivir
La clase inicia y Juan y yo modelamos el abrazo de tango y aprovechamos para mostrar cómo es el abrazo durante el baile. Todas las miradas están en nosotros. El resto de la clase corrijo posturas, modelo pasos, bailo con los chicos, hago el papel del hombre en varias ocasiones, camino de un lado al otro del amplio salón sobre mis tacones altos, al ritmo de la música, sintiéndome la mujer más glamorosa y feliz del planeta. Casi al final de la clase, mientras varias parejas practican el paso básico, yo les muestro a unas chicas cómo practicar los ochos apoyadas en la pared, hacia delante, hacia atrás….y la melodía termina y con ello la clase.
Al salir del salón, en compañía de Juan Manuel y Malena, veo a unos estudiantes que fueron solos, presentándose y compartiendo impresiones con unas chicas que han hecho lo mismo, y se despiden, con entusiasmo, hasta el próximo lunes.